sábado, 15 de mayo de 2010

Respecto al derrotismo izquierdista y la cientificidad del método marxista-leninista.


Texto del camarada Jota, sacado de su genial blog, Pueblo Aragonés.


Aquel que no trabaja arduamente por el avance del movimiento obrero es imposible que reconozca la vigencia de la lucha de clases, oculte su derrotismo y luche - también él - por la clase trabajadora.


Los éxitos y progresos de los trabajadores y las trabajadoras no son observables lejos de la realidad, encerrados en una burbuja suburbana. La confianza y la fe en el socialismo sólo se crea compartiendo el trabajo (político, sindical y meramente laboral) con nuestros propios compañeros y compañeras de clase: con los trabajadores y las trabajadoras.

Por que quienes debemos construir el socialismo somos nosotros y nosotras, somos la clase trabajadora. La falta de conciencia y organización en la que está sumida actualmente nuestra clase es absoluta responsabilidad nuestra.

El capitalismo elabora sus estrategias y, en su fase de imperialismo senil, desarrolla un proceso de des-culturización y des-concienciación de sus enemigos sociales: nuestra clase trabajadora, los nuestros. Asimismo, arrastra en esa deriva a diversas capas pertenecientes a su propia clase pero en clara inferioridad respecto a las grandes transnacionales y entidades financieras: los propietarios de pequeñas empresas, autónomos no dependientes...

La función revolucionaria de la burguesía y el capitalismo desaparecieron a mitades del s. XIX ante el inminente avance del movimiento obrero y de las ideas socialistas. Quienes debemos asumir esa función revolucionaria somos - ahora - los trabajadores y las trabajadoras comunistas. Nosotros y nosotras somos las responsables de la falta de conciencia de la clase trabajadora porque somos los únicos que portamos una alternativa a su situación. Si nuestros compañeros y compañeras de clase no están formados y concienciados es porque no hemos hecho lo suficiente por conseguirlo.


Quien no comprende el método marxista (materialismo histórico) de análisis científico de la sociedad es lógico que se estampe continuamente contra el mismo muro y, al final, desista en el empeño al considerar la imposibilidad de avanzar.

En ese derrotismo caen - continuamente- ciertos sectores políticos izquierdistas, cercanos a las ideas libertarias. Nos tachan a nosotros y a nuestra ideología marxista-leninista de "desfasada" y "anticuada" mientras que son ellos los que nunca han estado a la altura de las situaciones sociales que han requerido la existencia de un movimiento obrero fuerte y sólido puesto que nunca han sabido construirlo.

Obviamente, hay algunos - cercanos a estas ideologías políticas - que, además de negar la posibilidad de concienciar a la clase trabajadora, proclaman la muerte del socialismo bajo argumentos derrotistas y fatalistas.

Evidentemente, para ellos yo soy el equivocado y el que está vuelto de espaldas a la realidad. Tampoco les gusta mi forma de escribir, ya que mi estilo debe ser pedante y, por ello, incómodo. También soy yo el que vive magníficamente (cuando no es así) y el que no trabaja ni hace nada por el avance revolucionario.

No estoy dispuesto a responder estos argumentos. Ya lo he dicho alguna vez: hago todo lo que puedo y, si les cabe en duda, que le pregunten a aquellos y aquellas que verdaderamente me conocen y saben mi situación.

Para mí, la causa revolucionaria no es un juego ni una diversión, aunque sí reconozco que disfruto enormemente con los éxitos de la clase trabajadora aragonesa y mundial. Para mí, la lucha obrera también es una forma de liberación individual, de mi familia, de mis amigos y compañeros. Porque yo soy trabajador y también soy uno de esos 100.000 trabajadores y trabajadoras aragonesas que están en paro oficialmente.

Quien, de espaldas a la realidad - ensimismado y retroalimentado en sus causas - me critique con argumentos totalmente infantiles que - primero - se autocritique a si mismo y a su forma de actuar y luchar.

No me siento digno de dar lecciones a nadie y, precisamente por eso mismo, no las doy. Si mis críticas os suenan a lecciones es que sóis conscientes de que tenéis un problema. Yo no me preocupo por vuestros argumentos porque sé quien soy, qué hago y dónde estoy. Vuestras críticas me parecen de todo menos acertadas y realistas.

No obstante, es fácil esquivar esa concepción fatalista - yo ya lo he hecho - y empezar a pensar con mentalidad obrera. Os animo a ello si no es demasiado tarde.

Lo cierto es que todos aquellos y aquellas que pertenecemos a una realidad social de clase trabajadora acomodada nos vemos envueltos en una mentalidad casi burguesa (o pequeño burguesa) a razón de nuestro nivel educativo, nuestras relaciones sociales, nuestras posibilidades de empleo, etc. Precisamente - de esa mentalidad de clase media aburguesada - viene el que parece "inherente a algunos" nacionalismo y, sobre todo, esas concepciones idealistas, oportunistas y - sobre todo - derrotistas.

La conciencia no es más que un reflejo de la realidad social. Dentro el capitalismo, la clase trabajadora - independientemente de su nivel de recursos - se encuentra alienada.

Si bien la clase trabajadora tradicional (con menos recursos) normalmente se embrutece debido a la alienación, la clase trabajadora avanzada o acomodada - debido a que cuenta con más recursos y ahorros fruto de su trabajo - al estar alienada se cree por encima de su condición obrera y asume una mentalidad similar a la de la pequeña burguesía.

Si combatimos la alienación, debemos combatir esa mentalidad. No es cuestión de creer que el marxismo-leninismo es una ideología superior a otras ideas populares y revolucionarias, sino de reconocer que es la única ideología revolucionaria científica que ha conseguido verdaderas conquistas obreras durante la existencia de la actual sociedad capitalista reaccionaria (1).

El marxismo-leninismo no es un dogma, es un método de análisis social y desarrollo de las fuerzas obreros hacia la conquista del socialismo y el comunismo.

La razón por la cual muchos elementos izquierdistas andan perdidos y niegan las posibilidades revolucionarias del Pueblo Trabajador es porque desconocen o no asumen este método.

Dentro de un tiempo - relativamente corto - podremos observar el avance de una y otra ideología (2); dentro de un tiempo podréis reconocer la vigencia del marxismo-leninismo y las posibilidades verdaderas de los trabajadores y las trabajadoras.

No obstante, no hace falta alejarse mucho de la actualidad. Explicadme la razón por la cual el Pueblo Griego está organizado y en combate si el leninismo - que arrastra a una gran parte de los trabajadores y las trabajadoras griegas bajo el sindicato PAME - ya está desfasado y caducó hace tiempo.


Yo argumento mis posiciones, argumentad vosotros las vuestras para estar en igualdad de condiciones y poder abrir debate.

Jota


(1) Los propios libertarios y anarquistas se reconocen idealistas.
(2) Considerando que hasta hace muy poco el marxismo-leninismo en Aragón estaba parado y ahora ha empezado a funcionar organizado bajo las siglas del PCPE y los CJC.

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