jueves, 9 de septiembre de 2010

Respecto a la eterna trifulca "Stalin vs. Trotski"

Gran cantidad de veces los leninistas y las leninistas somos criticados por otras partes de la izquierda bajo el argumento de totalitarios o dictatoriales. Cuando se refieren a nosotros/as, y lo hacen despectivamente, nos llaman "estalinistas".

Pero claro, como ser "estalinista" está mal y somos malos malísimos ya de por sí (criminalizados por el capitalismo casi únicamente), no pasa nada. Ellos se auto-convencen a si mismos y todo solucionado.

En cambio, cuando los leninistas les criticamos a ellos y les llamamos "troskos" o "izquierdistas" sí pasa algo. Ellos no pueden recibir críticas puesto que son la "izquierda abierta, tolerante y plural". Aquella que jamás ha proclamado una dictadura ni se ha impuesto sobre otra clase de forma violenta. ¡Como se nota que nunca han construido una revolución! ¡como se nota lo alejados que están de la realidad de las masas obreras! Nunca han tenido que imponerse puesto que nunca han contado con el apoyo popular que les diera la posibilidad de hacerlo.

Al respecto cabría analizar mucho los frentes en los que hace mayor hincapié cada corriente en cuestión. Los leninistas y las leninistas tenemos el frente obrero y, en su defecto, el frente estudiantil, como los frentes claves de nuestra lucha. Por otro lado, la mayoría de las organizaciones trotskistas y libertarias trabajan principalmente en frentes de carácter social como el vecinal, el antifascista, etc.

Sin menospreciar estos dos últimos frentes ni a ningún otro frente de carácter social, creo que ambos son secundarios y están directamente subordinados al frente obrero.

Pero los trotskistas y los libertarios no lo entienden así. No deben ser de condición obrera o no lo parecen. Ellos se centran en frentes no obreros de posible carácter interclasista y si entran al frente obrero lo procuran hacer a través del entrismo y otras prácticas oportunistas no revolucionarias.

¿A quién convencen con sus métodos? A la clase obrera consciente desde luego que no. Quizás sí convenzan a una clase media alienada y mezquina o a la hipócrita pequeña burguesía.

Yo también estoy a favor de superar de una vez por todas la eterna trifulca "Stalin vs. Trotski" pero creo no es solo tarea nuestra, de los leninistas y las leninistas, como se intenta hacer ver. Los simpatizantes contemporáneos de Trotski también deben asumir de una vez el carácter infantil de esta discusión y dejar de soltar siempre los mismos argumentos cuando algo "estalinista" aparece en uno u otro espacio.

Pero como ellos son la "izquierda abierta, tolerante y plural" e incluso son citados en los medios capitalistas cuando atacan al movimiento obrero y al marxismo-leninismo... parece que estén por encima de nosotros/as, sean más actuales (cuando esto no es así) y estén haciendo la revolución cuando la realidad es que ni siquiera han salido aún de la biblioteca de su casa.

¡Y ojo, temerarios/as! El "estalinismo" no existe. "Estalinismo" es únicamente una forma despectiva que utiliza el anti-comunismo para denominar al marxismo-leninismo. Porque Stalin fue el continuador de la gran obra de Lenin y bajo su dirección de la URSS se empezó a denominar con el término "marxista-leninista" a la evolución del pensamiento marxista realizada por el mismo Lenin. Stalin era marxista-leninista, igual que nosotros/as lo somos ahora, pero nosotros vivimos sesenta años después de él.

Hay sujetos e incluso organizaciones que son perfectas activistas del movimiento anti-leninista. Pero su actividad en contra del capitalismo, modo de producción que oprime a la clase obrera mundial y principal enemigo del Pueblo, es muy deficiente.

En cambio de tanto destruir a los movimientos políticos cercanos, sería más coherente que hicieran por superar antiguas trifulcas y ayudaran a construir la revolución popular.

Adrián Jota

Texto del Camarada Jota, redactor de Pueblo Aragonés

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