domingo, 26 de septiembre de 2010

29 DE SEPTIEMBRE: UNA OPORTUNIDAD DE CONQUISTAR NUESTRO FUTURO COMO JUVENTUD Y COMO CLASE


Las estadísticas hablan por sí solas: el 40,9 % de los y las jóvenes españoles/as están en el paro; entre los afortunados que trabajan, el 55,9 % lo hace en empleos temporales y un 32,9 % en empleos a tiempo parcial. Incluso existe un porcentaje de jóvenes de más del 14 % que ni trabaja ni estudia.
Y ante esta lamentable situación que los y las jóvenes sufrimos, ¿cuáles son las medidas que el gobierno y la patronal capitalistas están tomando?
De momento, privatizar sectores públicos como la educación, reducir las ayudas sociales mediante recortes y aprobar una reforma laboral que reduce -aún más- nuestros derechos como trabajadores y trabajadoras.
Y solo son las primeras medidas, pronto vendrán muchas más. Pero con las ya aprobadas, podemos hacernos a la idea de cómo pretenden los capitalistas solucionar los problemas derivados de la crisis que padecemos. Quieren que seamos la clase trabajadora quienes paguemos la crisis, cuando son ellos los verdaderos culpables de esta situación y quienes deberían pagarla. Y dejemos de ser ingenuos: Zapatero y el PSOE de “obreros” y “socialistas” no tienen nada. Ellos también forman parte del grupo de aprovechados capitalistas que actualmente gobierna el Estado.
Para medir la magnitud del ataque que el gobierno y la patronal capitalistas están llevando a cabo contra nuestros derechos sociales y laborales, hemos de analizar con especial detenimiento la Reforma Laboral aprobada por el Congreso de los Diputados el pasado día 9 de septiembre. La aprobación de esta reforma supone una derrota de las más importantes conquistas del movimiento obrero español durante su historia.
Para empezar, esta Reforma Laboral es un Decreto-Ley, o sea, su redacción y tramitación no se ha realizado a través de las Cortes sino por parte del gobierno, a través del Consejo de Ministros. Es un “decretazo” en toda regla. Según el texto de la reforma: “la tramitación parlamentaria de una norma con rango de ley provocaría graves distorsiones del mercado de trabajo durante el tiempo en que se produjera esa tramitación”. Por lo visto tienen miedo a la oposición política que pudiera surgir. Pero, ¿no vivíamos en “democracia”?
En su desarrollo, la Reforma Laboral se marca tres principales objetivos. El primero: reducir la contratación temporal, impulsando la creación de empleo estable y de calidad. El segundo: evitar la destrucción de puestos de trabajo y la contratación temporal mediante la puesta en marcha de mecanismos de flexibilidad interna alternativos. El tercero: elevar las oportunidades de las personas desempleadas, con atención particular a los jóvenes, haciendo más atractivos los contratos formativos y mejorando los mecanismos de intermediación laboral.
Analizando el texto de la reforma, estos objetivos “ideales” del gobierno no se ven ni se intuyen en ningún párrafo. Por el contrario, se observan gran cantidad de medidas anti-obreras cuyo único objetivo es aumentar las facilidades de los empresarios a la hora de despedir, empeorar las condiciones de trabajo de sus empleados/as y realizar contratos temporales y/o precarios.
Si realmente el gobierno pretendiera acabar con la contratación temporal, no propondría esta reforma. Esta reforma es un atentado terrorista del gobierno y la patronal contra la clase trabajadora.
A partir de ahora, gracias a la Reforma Laboral, si somos contratados/as de forma temporal mediante un contrato de obra o servicio es muy probable que pasemos varios años manteniendo nuestra condición de trabajadores/as temporales en la misma empresa, sin ser contratados como fijos. Gracias a la Reforma Laboral, la dirección de la empresa podrá movernos de puesto de trabajo cada vez que termine nuestro contrato de obra para así no tener la obligación de contratarnos de forma indefinida. Lo que antes era ilegal, ahora es legal.
Y aunque tuviéramos un contrato fijo tampoco nos salvaríamos de la reforma. Con solo alegar una posible pérdida o reducción persistente de beneficios, los empresarios podrían despedirnos de manera objetiva. Así como también pueden trasladarnos entre empresas del mismo grupo e incluso cambiarnos a un puesto de trabajo en la otra punta del Estado. La reforma les da la posibilidad de hacerlo. De hecho, algunos/as trabajadores/as ya están notando las primeras consecuencias de esta reaccionaria medida.
Además, por si fuera poco, la Reforma Laboral permite ahorrar una gran parte del coste del despido a los empresarios. De 45 días de indemnización por año trabajado previstos antes de la reforma, con la entrada de ella la indemnización se reduce a 33. Además, el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), de carácter público, va a ahorrar una parte del coste de despido a los empresarios, pagándoles 8 días del total que deban pagar al trabajador/a.
Esta reforma también supone el comienzo de una serie de medidas que la clase capitalista pretende aprobar cuyo objetivo es reducir el poder de los convenios colectivos. La Reforma Laboral establece que los empresarios podrán vulnerar lo establecido en el convenio laboral de su sector si prevén algún tipo de “problema”. Y, por si fuera poco, los servicios de empleo van a dejar de ser íntegramente públicos y las empresas privadas también podrán gestionar nuestro empleo.
Joven compañero/a, ¿realmente crees que la Reforma Laboral va a mejorar tu presente y favorecer tu futuro?
Si estás trabajando, la Reforma Laboral supone un inmenso recorte a tus derechos. Promueve tu precariedad laboral e impide tu futuro. Si estás en el paro, complica tu contratación y empeora las condiciones de cualquier trabajo que pudieras encontrar. Si estás estudiando también te afecta; si no piensa por qué estudias. Si eres de familia trabajadora, seguro que lo haces para trabajar. Como futuro/a trabajador/a, la Reforma Laboral te afecta ¡y mucho!
La juventud y la clase trabajadora hemos de derribar esta reforma sí o sí. Para conseguirlo, todos/as los y las jóvenes, junto a toda la clase trabajadora, hemos de unirnos, organizarnos y luchar contra ella.
Igualmente hemos de luchar y seguir luchando para tirar por tierra todos los ataques que el gobierno y la patronal capitalistas han llevado a cabo contra nosotros/as desde el comienzo de la crisis y que, sin duda, seguirán llevando a cabo en el futuro.
El 29 de septiembre, día de la primera Huelga General (luego deben venir muchas más), tenemos la posibilidad de dar el primer paso para derribar la Reforma Laboral, impedir los recortes sociales y decir bien fuerte: “la juventud, junto a la clase obrera, seguimos combatiendo”.
Solo si conseguimos que la Huelga General del 29 de septiembre sea un éxito, frenaremos esta reforma y otro gran saco de medidas anti-obreras que, con la complicidad del gobierno, la patronal quiere imponer para acabar con todos nuestros derechos y destruir nuestro futuro. Por todo ello:
Joven compañero/a trabajador/a, el 29 de septiembre no vayas a trabajar ¡sal a la calle para reivindicar tu presente y tu futuro! Y si estás contratado de forma irregular, como tantos/as jóvenes del Estado, ¡aún más razones tienes para reivindicar tus derechos!
Joven compañero/a en paro, el 29 de septiembre demuestra que buscas un futuro ¡y únete a las movilizaciones convocadas en tu pueblo o ciudad!
Joven compañero/a estudiante, el 29 de septiembre deja los libros, no acudas a clase ¡y protesta contra el capitalismo explotador!
Juventud obrera, ¡vayamos a la Huelga General del 29 de septiembre! ¡Conquistemos nuestro futuro y acabemos con quienes nos lo quieren robar!
Adrián Jota, miembro de los Colectivos de Jóvenes Comunistas, CJC.
Zaragoza, a 18 de septiembre del 2010

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