Estas restricciones, excepciones, exclusiones y trabas impuestas a los pobres parecen insignificantes,sobre todo a quienes jamás han sufrido la penuria ni han estado en contacto con la vida cotidiana de las clases oprimidas (que es lo que les ocurre a las nueve décimas partes, si no al noventa y nueve por ciento, de los publicistas y políticos burgueses); pero, en conjunto estas restricciones excluyen, eliminan a los pobres de la política, de la participación activa en la democracia.Marx percibió magníficamente esta e s e n c i a de la democracia capitalista al decir en su análisis de la experiencia de la Comuna; ¡a los oprimidos se les autoriza para decidir una vez cada varios años qué mandatarios de la clase obrera han de representarlos y aplastarlos en el Parlamento!
Pero, partiendo de esta democracia capitalista -inevitablemente estrecha, que repudia por debajo de la cuerda a los pobres y que es, por tanto, una democracia profundamente hipócrita y falaz-, el desarrolo progresivo no discurre de modo sencillo, directo y tranquilo "hacia una democracia cada vez mayor", como quieren hacernos creer los profesores liberales y los oportunistas pequeños burgueses.
No. El desarrollo progresivo, es decir, el desarrollo hacia el comunismo, pasa por la dictadura del proletariado, y sólo puede ser así, ya que no hay otra fuerza ni otro camino para romper la resistencia de los explotadores capitalistas.
V.L. Lenin, El Estado y la Revolución, Ed. Ariel, pag 129
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